EL OTRO: Entrega final.

 EL OTRO

Retrato final: ambos lados de él. 

                      Lado A.  f 4 - s 1/15 - ISO 200                               Lado B.  f 9 - s 1/20 - ISO 400
        
        Al comenzar esta experiencia, decidí fotografiar a mi abuelo Eduardo, con quien comparto cada tarde, el que me prepara la merienda cuando ve que estoy ocupada y me la alcanza hasta mi escritorio, el que me prepara mi comida favorita y me lleva un platito hasta mi casa (vivimos al lado), el que me cuenta todas sus historias cada vez que me invita a tomar un café, el que viene a saludar cada mañana y cada noche.
    La primera imagen que saqué fue de lo que voy a llamar el Lado A de mi abuelo: ese momento de su tarde donde él se sienta a leer el diario, con todas las luces apagadas excepto por el uso de su velador para alumbrar la página que le toca leer. Después de sacar la foto, más allá de que me había gustado mucho el resultado desde lo técnico, me di cuenta que no transmitía nada de lo que yo quería mostrar de mi abuelo. Sin embargo, creo que en parte esa primera fotografía transmite un pedacito de lo que él es: aquel hombre serio, que tiene un caparazón con el que cubre cualquier cosa que siente; por eso decidí considerarla su Lado A.
    Pero no me conformé, porque yo quería mostrar ese otro lado que veo yo, esa persona amable que siempre acompaña, respeta y cuida, esa persona que tiene las mil y un historias por contar y que guarda cada experiencia en sus ojos. Su Lado B, ese que le ofrece a su familia cada día de su vida. Inicié una búsqueda para lograr transmitir esas cualidades de mi abuelo, pero que tampoco pareciera forzado ni irreal. Y es así como llegué a la foto final del Lado B
    Decidí hacer un encuadre más cerrado para centrarme en su rostro y, más que nada, en sus ojos que para mí dicen tantísimo sobre él. Utilicé un fondo negro para que contrastase con su cara y para eliminar el contexto, ya que esta vez no me interesaba mostrar mucho el espacio sino su cara; trabajé con una luz dura (un velador) para resaltar los detalles de su piel, sus marcas, rasgos y arrugas. Le dije que estaba probando las luces, que cuando sacara la foto le iba a decir; esta fue una de las primeras tomas, porque al no decirle que lo estaba fotografiando definitivamente, salió con su expresión espontánea, natural. 
    Me gustó mucho el resultado porque creo que finalmente logré mostrar lo que yo veo de mi abuelo siempre. Su mirada profunda, sincera y tierna, su tranquilidad y su amor, sin caer en una pose que "parezca que...". Pero al ver ambas fotos juntas, tal como me propusieron mis profes que haga, puedo ver todo lo que mi abuelo es; con su lado A y con su lado B, con su lado amoroso y con su lado frío, con todas aquellas cualidades que yo disfruto y agradezco disfrutar cada día.

Backstage

  

                        lado a                                                                            lado b    

Planta de luces

 




                            lado a                                                                        lado b


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