LA COSA: pre entrega.
Como descubrí en el intento anterior, creo que la mejor forma de retratar mi luna de manera realista y lograr una bella imagen era buscando que parezca que se reflejaba en el mar. Después de varias varias pruebas, buscando que el reflejo en el agua quede natural y que el borde del recipiente no se vea del color que realmente es, creo que logré lo que imaginaba dentro de mis posibilidades.
Para llegar a la imagen, utilicé el mismo mantel de fondo que vengo utilizando desde el comienzo y una palangana (muy grande debo decir); la luna la apoyé en varios libros y en su pie para que quede a la altura del recipiente (todo debía ser muy exacto para que no se vea nada detrás); el reflejo se hizo naturalmente, no necesitó más luces ni nada por el estilo, solo unos pequeños golpecitos en el borde para generar el movimiento en él.
Me resulta intrigante que el reflejo y la luna se vean con un tinte violeta, cuando en realidad estaba brillando en su color blanco.
Me gusta mucho el dinamismo que generan las pequeñas olitas, pero que igualmente no logran disturbar la tranquilidad que me transmite la lunita brillando al final del caminito acuático.
BACKSTAGE:
PLANTA DE LUCES:
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