EL OTRO: primer acercamiento.

 

f 4 - s 1/15 - ISO 200

    Eduardo Gennaro. 85 años. Padre de dos hombres y una mujer, Rosalía Gennaro, mi madre. Abuelo de muchos nietos: algunos en Córdoba, otros en la costa y otros que viven al lado de su casa en Castelar, uno de ellos soy yo.
    Podría escribir durante horas sobre mi abuelo, pero quizás no viene al caso. Elegí fotografiarlo porque me parece que su cuerpo cuenta mucho sobre él, en especial sus ojos y sus manos. Con la piel tan finita que sus venas se ven detalladas, con los ojos con la profundidad que reflejan sus 85 años de vida y cada anécdota guardada en la retina.
    Cada tarde se sienta a leer el diario con la luz apagada, con un velador que solo apunta al diario. Me pareció una buena puesta en escena para retratarlo. Aproveché el momento y fui a molestarlo un rato. Usé el velador como la luz principal de la imagen; el resto de las luces de la casa estaban apagadas. Quería que no se viera mucho el fondo, así que traté de que la luz vaya dirigida a su rostro y poder jugar con las sombras que se generaban a su alrededor, para así también hacer hincapié en su mirada. Él posó con sus manos y me gustó como quedaron allí ubicadas. El diario, a su vez, genera un poco de profundidad y contraste gracias a su color, tan distinto a la ropa de mi abuelo. 
      Sus ojos salen un poco borrosos porque en realidad estaba mirando el diario y me observó de reojo, pero la velocidad de obturación que había elegido me jugó a favor y capturó el momento justo. 

Backstage

Planta de luces





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