LA COSA: Mi luna.
Cuando nos pidieron que fotografiemos un objeto amado u odiado, se me ocurrieron varios objetos amados que tengo a mi alrededor. Difícilmente iba a encontrar uno odiado, porque no suelo guardar en mis espacios cosas que no me transmitan sentimientos que disfrute sentir.
Uno de los primeros que apareció fue mi lámpara de luna. Regalo de mi novio, hace aproximadamente dos años, que me recuerda varias cosas que me hacen sentir amor. Por un lado, soy fanática de la luna, soy de esas personas que salen al patio a mirarla cada vez que tienen un tiempito de mirar hacia arriba y contemplarla un rato; de esas personas que ven la luna llena y se sienten chiquitos ante el mundo y ante su belleza. Mi lámpara es mi luna y eso también me hace sentir afortunada, es como si tuviera una mini versión propia de nuestro satélite natural. Por otro lado, al ser un regalo de mi novio, también me hace pensar en él y en nuestra relación: otra de las cosas que más amo.
Para hacer este retrato coloqué un fondo negro, la cámara a la altura del piso con una pequeña angulación contrapicada y una luz (flash del celular) a la izquierda de la imagen, casi a la altura de la cámara. La luna tiene varios colores pero me pareció que,con el fondo negro, su color blanco generaba un contraste ideal, a la vez que la ubicación en el centro del cuadro generando simetría me provoca una sensación de equilibrio.
BACKSTAGE:
PLANTA DE LUCES:
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